Todo evoluciona y el sector inmobiliario no es una excepción, la especialización es una de las consecuencias. En muchas Agencias inmobiliarias se ha pasado de trabajar como puros intermediarios a trabajar la representación de nuestros clientes, es ahí donde surge la especialización y hace que se divida en Agentes del vendedor y Agentes del comprador.

Todavía no es un servicio muy extendido ni muy conocido en nuestro país, aunque lleva muchos años implantado en EEUU. Según la Asociacion Española de Personal Shopper Inmobiliario en el 2017 ya existían más de 500 profesionales de este tipo en España, y sigue creciendo.

Cada año son más las operaciones en las que intervienen un PSI (Personal Shopper Inmobiliario) y casi en su totalidad colaborando con Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, lo cual hace las operaciones inmobiliarias más operativas, ya que es más fácil ponerse de acuerdo dos profesionales que negocian con la cabeza, que un intermediario que gestiona dos particulares que negocian con el corazón.

Hasta ahora este servicio lo utilizaban sobre todo clientes extranjeros, pero estos dos últimos años los clientes nacionales han superado a los de fuera, lo cual significa que cada vez se consolida más el cliente nacional que conoce y valora la figura del PSI.

El mercado inmobiliario es un valor prácticamente seguro: siempre hay oportunidades interesantes. Sin embargo, también somos conscientes de que tomar decisiones no siempre es fácil, ni rápido. Hay muchas variables a tener en cuenta, mucha información fluyendo y un gran número de elementos a considerar.

Por eso la necesidad de un Personal Shopper Inmobiliario, que se encarga de asesorar al comprador en el proceso de compra de un inmueble. A diferencia de los agentes inmobiliarios habituales, trabaja en exclusiva para la parte compradora, por lo que sus intereses se alinean completamente con los del comprador.  Por ello es este quien lo contrata y paga los honorarios fijados por sus servicios.

Como parte de sus funciones, este agente establece un proceso estructurado, llevando a cabo una búsqueda sistemática de viviendas y, en base a los criterios definidos por el cliente, realiza una primera criba. Se encarga de la gestión de citas y acompaña al comprador en las visitas para asesorarle en todo momento y responder a sus dudas.

El Personal Shopper Inmobiliario también ayuda en la toma de decisión de compra y en la negociación del precio con la parte vendedora, para garantizar la mejor opción para el comprador.

Finalmente, supervisa y facilita las gestiones de la formalización de la compra (firma de escritura, impuestos, recolección de documentación necesaria para la firma, etc.) y puede asesorar al comprador sobre las opciones de financiación con las que cuenta y en la planificación fiscal asociada al proceso.

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