Partimos de la base de que los tipos de interés los marcan los Bancos Centrales, en el marco de su política monetaria. Por lo tanto lo lógico es que ante el debilitamiento de los precios y/o un posible entorno de deflación, un descenso de los tipos ayuda a revitalizar la economía, y eso es lo que el Banco Central europeo y ahora también el estadounidense han reconocido. Y ante el riesgo y la incertidumbre con respecto al crecimiento han decidido bajar los tipos de interés.

Aunque esto se debe a una debilidad de la economía, la buena noticia es que es un estímulo de la política monetaria, que afecta favorablemente a las hipotecas.

Porque aunque los Bancos llevan los últimos años vendiéndonos las hipotecas a tipo fijo, nosotros llevamos los mismos años intentando explicar a la gente que lo que les conviene en este momento son los tipos variables, y a la vista está que aquéllos que se han decantado por ellos, siguen ahorrándose mucho dinero todos los meses en el pago de su hipoteca.

Este nuevo descenso confirma el cambio de tendencia que ha frenado la expectativa de una subida, y se prevé que continúe hasta por lo menos el final del año. Todo esto se debe a incertidumbres como la guerra comercial, y los recientes cambios políticos a nivel mundial.

Siempre debemos recordar que los bancos intentan vendernos aquello que les conviene, y que les resulta más rentable a ellos; los tipos fijos pueden ser recomendables para perfiles a los que una pequeña subida de los tipos les podría hacer llegar a no poder hacer frente al pago de la hipoteca. Incluso en estos casos yo recomendaría firmar con un variable y, si los tipos suben, cambiarnos a uno fijo.

Así que aprovechemos esta nueva bajada para pagar menos de hipoteca y acordaros de que es mejor hacer números que fiarse de lo que otros nos quieren vender.