La hipoteca inversa es un producto bancario que solo se ofrece para la vivienda habitual, es decir aquélla en la que estemos empadronados. Es una buena idea para personas dependientes, o que quieran hacer obras, o liquidar otras deudas.
La vivienda tiene que tener un valor de tasación superior a 150.000 €, y no tener cargas, por lo que es difícil obtenerla en localidades pequeñas, si el importe de los inmuebles es bajo. El cliente tiene que tener una edad de entre 65 y 100 años y ser residente en España.
Hay varias formas de percibir el importe de la hipoteca, que se puede acordar: en un importe único, en cuotas mensuales, o un mixto, es decir, una parte en una cuota inicial y el resto en cuotas mensuales.
El banco te puede dar un importe de entre el 70% y el 100% del valor de tasación, dependiendo de la edad del cliente. Los únicos gastos de esta operación son los gastos de tasación, aunque obviamente el banco nos retendrá al principio el tipo de interés pactado, que se descontará de las cuotas.
Una vez firmada, el cliente siempre puede revertir la hipoteca abonando lo percibido, ya que nunca pierde la propiedad de la misma, por lo que también podría alquilarla.
Otra ventaja es que, aun habiendo percibido todo el importe de la hipoteca, el propietario puede seguir viviendo en ella hasta su fallecimiento o disponer del uso de la misma.
Los herederos pueden elegir entre abonar el importe recibido, es decir, cancelar la deuda y quedarse con el inmueble, o, por el contrario, recibir el resto del pago y vender la propiedad al banco. En ambos casos hay doce meses para decidirlo.
Si tienes dudas o quieres que un banco te realice un estudio, consúltanos y de te pondremos en contacto con un gestor de hipotecas especializado.
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