Llevamos mucho tiempo siendo uno de los barrios de moda de Madrid con comercios, bares restaurantes y todo tipo de servicios de lo más in y originales. Los que vivimos aquí además sabemos que es un barrio tranquilo, en el que la mayoría nos conocemos, y en el que se vive muy bien, sobre todo desde que se han peatonalizado varias calles, existe Bicimad, patines eléctricos, coches eléctricos, y se ha humanizado cada vez más el barrio. Quizá la parte más controvertida es el hecho de que haya habido tanto turismo durante los últimos años debido a la proliferación de pisos vacacionales, pero eso es lo que implica ser un barrio en el que todo el mundo quiere vivir y quiere conocer.
Otra sorpresa ha llegado durante la pandemia del coronavirus, en la que la tasa de incidencia de contagiados ha sido de las más bajas de la capital, especialmente en la zona de Palma Universidad, afortunadamente para nosotros, o sea que hemos sido de los barrios con menos casos positivos.
Pero quizás lo más importante es toda la red solidaria que se ha puesto en marcha conjuntamente entre comerciantes, empresas y vecinos, de forma totalmente altruista y espontánea, tanto para ayudar a la gente que vive en la calle, como a familias en riesgo de exclusión, por la situación tan precaria que se ha creado, por el cierre obligatorio de negocios, trabajadores en un ERTE, y la imposibilidad de pago de rentas y de otras obligaciones.
Una marea humana de ayuda y solidaridad que no ha parado de crecer desde que empezó esta situación, mediante una red para estar pendiente de tus vecinos, sobre todo de las personas mayores, colaborar con el Banco de Alimentos del barrio, con los comedores sociales, incluso los improvisados por unos comerciantes del barrio, hacer la compra a la gente con mayor riesgo o con necesidades concretas, ir a la farmacia, ofrecer servicios gratuitos profesionales, lúdicos y de todo tipo.
Pero aquí no queda todo, a raíz de los aplausos muchos vecinos han ido conociéndose y poniéndose de acuerdo para poner en marcha distintas iniciativas culturales, que han surgido por diversas calles y zonas del barrio cómo las fiestas del Dos de Mayo interactivas, el festival entre balcones en la calle Limón, felicitaciones de cumpleaños de distintas personas en muchas calles, etc. Se ha notado que es un barrio cultural y artístico, lleno de actores, músicos, pintores, y otros muchos artistas de distintas disciplinas.
Ahora me quedo con lo mas importante, y es que hemos demostrado que somos un barrio de buena gente, social, colaborativo, solidario, que además apoyamos al pequeño comercio, el de proximidad, que nos gusta contar con Mercados municipales, fruterías, tiendas de todo tipo de alimentación, y que por supuesto estamos deseando poder volver a nuestros bares y restaurantes de siempre, sin que falte ninguno.
Que respetamos a nuestros vecinos, sobre todo a nuestros mayores, y que esta situación tiene que hacernos más fuertes y conseguir estar más unidos que nunca.
Lo dicho, un orgullo el vivir y trabajar en este barrio nuestro, que esperemos vaya siempre a mejor, como lo ha hecho hasta ahora.
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