Los vecinos y comerciantes de Malasaña, es decir los que vivimos aquí, estamos hartos de los grafitis de firmas indiscriminados que llenan nuestras calles, así que las dos asociaciones que hay en el Barrio, tanto SOS vecinos de Malasaña como la de comerciantes, Vive Malasaña hemos lanzado una campaña de concienciación, con el lema: Tu firma puede valer mucho, Aquí no.
Todo parte de la idea de que nos gustan los grafitis, los consideramos arte urbano, de hecho seguramente somos el único barrio que organiza una jornada de Pinta Malasaña, donde todos los comerciantes que lo desean ponen a disposición de distintos artistas sus cierres y escaparates para que los usen como lienzos y pinten lo que quieran, además de tener una calle donde decorar todos los bolardos, a cual mas original.
Lo que no nos gusta a nadie de los que vivimos aquí es que se pinte indiscriminadamente y con tags o graffitis de firmas, de forma vandálica, se ensucien el mobiliario urbano, el transporte público, pagado con nuestros impuestos y las fachadas de edificios históricos protegidos.
No es posible que alguien que lo considera arte, estropee otra obra, y si lo hace es porque no respeta nada ni a nadie, es decir, lo hace de forma vandálica.
Estos hechos que se han incrementado de manera sustancial en los últimos años, y que por supuesto están totalmente prohibidos por las ordenanzas municipales, suponen además un altísimo coste a las arcas municipales, y por lo tanto al bolsillo de todos los madrileños.
Los grafiteros se enfrentan a multas de 300 a 3.000 euros, que pueden compensarse con la prestación ambiental sustitutoria (PAS). En caso de reiteración, la sanción ascenderá hasta los 600 a 6.000 euros.
Es una práctica que no cesa y a la vista de lo que ocurre en las calles a fecha de hoy está claro que estas sanciones son insuficientes, y que debería de reforzarse la vigilancia para poder pillar a los infractores. De nada sirve preocuparse por el patrimonio histórico artístico de la ciudad y luego permitir los graffitis indiscriminados.
Estamos totalmente de acuerdo con el endurecimiento del régimen sancionador, aunque desde las asociaciones del barrio seguiremos intentando concienciar a los que se dedican al tagging con aerosoles de la ineficacia de sus actos, limpiándolos inmediatamente e intentando mantener nuestro barrio lo mas limpio y bonito posible.
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